La promoción de estilos de vida saludables toma cada vez mayor relevancia para prevenir enfermedades o situaciones de riesgo.
La educación para la salud es un proceso que busca promover prácticas positivas en las personas, con el objetivo de asegurar estilos de vida saludables y corregir comportamientos que puedan devenir en enfermedades o lesiones.
Su implementación ha evolucionado a lo largo de los años. Esto se debe, entre otras razones, a que el concepto de salud global no ha sido siempre el mismo. Años atrás, se consideraba a la salud únicamente como la ausencia de enfermedades, pero hoy la OMS la define como “un estado completo de bienestar físico, mental y social”.
En líneas generales, la educación para la salud se imparte desde tres perspectivas: preventiva, promoción de la salud y uso adecuado de los recursos sanitarios. Sin embargo, no se basa únicamente en dar información. Implica también motivación, desarrollo de habilidades, creación de entornos saludables, etc.
¿Cuál es la importancia de la promoción de la salud?
Aplicar estrategias de educación para la salud resulta fundamental para el bienestar y salud de las comunidades, pues permite identificar problemas o tendencias de índole sanitario, y trabajar de la mano con todas las partes involucradas para hallar soluciones.
Entre sus principales beneficios, estos son los más relevantes.
Ayuda a prevenir enfermedades y lesiones
Los profesionales en educación para la salud suelen citar la frase de Erasmo de Rotterdam “más vale prevenir que curar”. Es decir, a través de este proceso, ayudan a las personas a evitar actitudes riesgosas, en lugar de esperar a que desarrollen problemas y se vean obligados a iniciar un tratamiento.
Mejora el acceso a atención médica
Brindar herramientas educativas en salud también implica orientar a las personas sobre cómo acceder a servicios de atención médica y cómo comunicarse de manera efectiva con los profesionales de la salud. Ello resulta en particular relevante para grupos marginados o con acceso limitado a salud comunitaria.
Resuelve desigualdades en la salud
Los profesionales de educación en salud también enfocan sus esfuerzos en resolver desigualdades de salud comunes, ya sea por motivos de género, raza, ubicación o condición socioeconómica. A diferencia de otras iniciativas de corte individual, su perspectiva es más colectiva.
Impulsa la economía en la comunidad
Una educación sanitaria de calidad tiene potencial para impulsar la economía, pues ayuda a reducir el gasto en atención médica o minimizar el riesgo de iniciar tratamientos por enfermedades que pueden prevenirse con antelación.
Fomenta el desarrollo de políticas de salud pública
Los beneficios de la educación para la salud se extienden al desarrollo de políticas y legislación a nivel de gobierno, a través de herramientas educativas en salud que impacten de lleno en la sociedad. Algunos ejemplos son las campañas para prevenir el tabaquismo, uso del cinturón de seguridad, concientización sobre la diabetes y un largo etc.
¿Cómo promover estilos de vida saludable?
La promoción de estilos de vida saludables es uno de los pilares de la educación para la salud. Los profesionales de este campo están capacitados para impulsar estrategias en diferentes escenarios, incluyendo el personal, comunitario, escolar, laboral, familiar, etc.
Entre los principales campos de acción encontramos:
- Actividad física.
- Alimentación saludable.
- Manejo del estrés.
- Habilidades para la vida.
- Prevención del consumo de alcohol y/o drogas.
- Sexualidad segura.
- Salud oral.
- Higiene.
- Ocio saludable.
- Rutina de sueño.
- Etc.
La forma en que cada estilo de vida es promovido depende en gran medida del grupo etario al que va dirigida la enseñanza. También habrá variaciones según otros factores como dinámicas sociales, tipo de comunidad, etc.
Desafíos y oportunidades para implementar estrategias de educación para la salud
A medida que la salud tiene un mayor impacto en la vida cotidiana de los individuos, mayor será la necesidad de poner en marcha estrategias de educación en ese campo, a través de diferentes métodos de enseñanza en salud.
De un tiempo a esta parte, se ha dejado atrás la idea de que la educación en salud solo está orientada a las carreras de medicina. En lugar de ello, se sabe que la sociedad en su conjunto puede -y debe- desarrollar habilidades que tengan como ejes principales el bienestar y la salud.
Ante ello, los métodos de enseñanza comprenden campos de acción más allá de la prevención de enfermedades y lesiones, y ahora también abordan asuntos de sumo interés como la salud psicológica, conductas alimentarias, lucha contra la desinformación, etc.
Estos campos de acción están incluidos en varias de las Maestrías en Gestión Sanitaria de UNIR, reconocidas por la SUNEDU, entre las que destacan la Maestría en Trastornos de la Conducta Alimentaria, Maestría en Seguridad Alimentaria, Maestría en Nutrición y Epidemiología Nutricional, entre otras.
Los trabajadores con un título en educación para la salud pueden hallar oportunidades en una gran variedad de entornos, incluyendo organismos de salud pública, centros de salud, organizaciones sin fines de lucro, programas de bienestar de empresas privadas, talleres en centros educativos, etc.