El Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Perú enfrenta el desafío de la falta de diagnósticos y la necesidad de una educación especializada para su inclusión efectiva en las aulas.
En el Perú, hay más de 15,000 personas diagnosticadas con Trastorno del Espectro autista (TEA). No obstante, se cree que más del 97% de personas con autismo en el país no cuentan con un diagnóstico, por lo que la cifra real sería mucho más elevada.
La falta de información precisa, sumada a la carencia de planes y programas públicos, evidencia una problemática que necesita ser abordada. Y el primer paso para ello está en el ámbito educativo. Es por ello que, en la actualidad, las Maestrías en Psicología incluyen la Maestría en Psicología Infantil y otras áreas relacionadas.
Tratándose de una condición que se manifiesta desde los primeros años de vida, es importante que los docentes tengan una mayor capacitación en el campo de la Educación Especial, para que logren involucrar con éxito a los estudiantes con TEA en las actividades dentro y fuera de las aulas, garantizando que tengan las mismas oportunidades que sus compañeros de clase.
¿Qué es el Trastorno del espectro autista (TEA)?
El Trastorno del espectro autista, abreviado como TEA, es una condición crónica del neurodesarrollo que afecta la manera en que una persona piensa, siente, se expresa e interactúa con su entorno. Se manifiesta desde los primeros meses de vida y, si bien no tiene cura, existen tratamientos orientados a mejorar la calidad de vida del paciente.
El término “espectro” hace referencia a que quienes lo padecen pueden mostrar diferentes síntomas en menor o mayor grado, haciendo que ninguna persona con TEA sea igual a otra.
Las causas del autismo son un tema de estudio, y a menudo se vinculan con factores genéticos. Sin embargo, se estima que las condiciones ambientales y biológicas también pueden influir en su formación.
Algunas personas con autismo pueden requerir un apoyo considerable para desenvolverse en su vida diaria, mientras que otras están en condiciones de vivir de forma independiente, siguiendo un tratamiento adecuado.
¿Qué tipos de autismo existen?
Existen diferentes tipos de Trastorno del espectro autista, que a menudo se clasifican por su nivel de gravedad. Estos son los más comunes:
Síndrome de Asperger
Se le considera la forma de TEA más leve, y en muchas personas puede ser imperceptible. Quienes lo padecen presentan dificultades para la interacción social y patrones de comportamiento repetitivos. Aún así, muchos tienen habilidades cognitivas superiores al promedio.
Trastorno Invasivo del Desarrollo
Es una condición más grave que el Síndrome de Asperger, aunque los síntomas pueden variar mucho entre una persona y otra. Algunos rasgos distintivos son las dificultades a nivel cognitivo y social.
Trastorno Autista
Es el Trastorno del espectro autista más conocido. En este caso, las dificultades para la comunicación, interacción, comportamiento y flexibilidad del pensamiento se intensifican. Las personas con trastorno autista pueden experimentar un desarrollo que varía desde la discapacidad intelectual hasta la superdotación.
Trastorno Desintegrativo Infantil (TDI)
Llamado también Síndrome de Heller, es un tipo de autismo que genera una notoria disminución en las habilidades sociales, lingüísticas y motoras del niño a medida que va creciendo. Los síntomas pueden aparecer recién a los 2 o 3 años.
Síntomas y señales del autismo
Desde muy temprana edad, es posible detectar diversos síntomas del autismo. En líneas generales, los niños y niñas con Trastorno del espectro autista muestran dificultades al momento de comunicarse e interactuar con otras personas.
Estos son algunos indicios que sugieren -aunque no necesariamente- que un niño podría presentar esta condición:
- Evita hacer contacto visual.
- No es recíproco ante gestos como sonrisas u otras expresiones.
- No responde a su nombre.
- No expresa estados de ánimo tales como alegría, enojo, sorpresa, etc.
- Poco o nulo interés en interactuar socialmente.
- Tiende a repetir las mismas palabras, frases y movimientos.
- Dificultad en el desarrollo del lenguaje.
- Pueden molestarse ante cambios en su rutina.
Las características del autismo se hacen más evidentes en los niños mayores. Entre los síntomas más comunes, tenemos:
- Problemas para la comprensión del lenguaje.
- Capacidad limitada para mantener conversaciones.
- Comportamiento hiperactivo o impulsivo.
- Dificultad para comprender las emociones de los demás.
- Interés obsesivo con ciertas actividades.
- Patrones repetitivos en sus comportamientos.
- Dificultad para entender y adaptarse a normas sociales.
- Alteraciones en sus horarios de sueño y alimentación.
- Sentimientos excesivos de ansiedad, estrés o preocupación.
- Etc.
Cabe señalar que, en base a los síntomas que presente el paciente, se puede determinar si padece de un grado de autismo leve o un autismo severo. Cada caso requiere un tratamiento distinto, por lo que resulta fundamental contar con un diagnóstico de autismo preciso.
Tratamientos del autismo
En cuanto a tratamientos para el autismo, no existe una fórmula estándar. En base a un diagnóstico temprano acertado, es posible que las personas con TEA puedan desarrollar sus capacidades y habilidades en base a varios tipos de terapias bien estructuradas.
Estos son algunos tipos de terapia que se suelen aplicar en niños con Trastorno del espectro autista:
- Intervención temprana
- Terapia del habla y el lenguaje
- Terapias cognitivo-conductuales
- Programas de destrezas sociales
- Atención conjunta, participación y regulación en el juego
- Fisioterapia
- Terapia nutricional y ocupacional
- Educación especializada
- Etc.
Cómo abordar el autismo en la educación
Autismo y educación son dos conceptos que se entrelazan cada vez con mayor frecuencia. Para una persona con Trastorno del espectro autista, ir a la escuela y desenvolverse a la par con sus compañeros puede ser todo un reto. No solamente por su condición, sino por la falta de apoyo.
En ese sentido, el personal educativo requiere una capacitación efectiva que les permita conocer y entender la forma en que los niños con TEA entienden el mundo. En base a ello, podrán diseñar estrategias de enseñanza inclusivas y proporcionar las herramientas de aprendizaje más adecuadas.
