Las normas de convivencia en el aula son acuerdos establecidos entre docentes y estudiantes para fomentar el respeto, la responsabilidad y la armonía dentro del entorno escolar, facilitando así el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Si en un salón de clase cada alumno hace lo que quiere, ya sea jugar con el celular, comer o dormir, sin poner atención al profesor, sería un caos total y no se lograría el objetivo que es que los estudiantes aprendan, ¿verdad? Es por ello que las normas o acuerdos de convivencia en el aula son tan importantes.
Las normas de convivencia en el aula ayudan a crear un ambiente respetuoso y ameno entre alumnos y profesores, con el fin de aprender y enseñar en armonía. Es por ello que una formación de docentes con la Maestría en Educación Emocional de UNIR puede ser clave para generar una convivencia sana en el aula de clase, centrándose en los sentimientos y emociones de los alumnos.
¿Cuáles son las normas de convivencia en el aula más comunes?
Estas son las 10 normas de convivencia en el aula más comunes, ya sea en aula presencial como virtual:
- Ser puntual y evitar interrupciones en clase.
- Levantar la mano para participar y escuchar cuando otro está hablando.
- Respetar las opiniones de los compañeros.
- Respetar a todos empleando lenguaje adecuado.
- Tener hábitos de higiene personal y limpieza.
- Cumplir con las tareas asignadas.
- No usar el celular en clase.
- Respetar el material propio y ajeno.
- Pedir permiso para salir o ingresar al aula.
- Evitar el consumo de alimentos y bebidas.
¿Cómo son las normas de convivencia en primaria y secundaria?
Las reglas de convivencia en el aula ayudan tanto a alumnos como a maestros a tener una interacción respetuosa y amable. Sin embargo, pueden variar algunas normas, su enfoque o su ejecución dependiendo de la edad y nivel educativo de los estudiantes. Por ejemplo, las normas de convivencia en el aula primaria pueden enfocarse más en comportamientos concretos como “no empujes”, “levanta la mano para hablar” o “limpia tu carpeta antes de salir”. Los maestros de niños en los primeros niveles de primaria suelen colocar esas frases cortas en carteles con dibujos llamativos para captar la atención de los pequeños. Las normas deben ser claras y útiles, fáciles de comprender.
Por otro lado, las normas de convivencia en el aula de secundaria son mucho más amplias, como el enfoque en la empatía para evitar el bullying, el respeto hacia los demás y la resolución efectiva de conflictos. A través de la psicología educativa, los adolescentes aprenden y reflexionan sobre sus actos.
Acciones para una buena convivencia escolar
Más allá de acuerdos de convivencia en el aula específicos, existen acciones concretas que ayudan a fomentar una buena convivencia escolar. Es importante fomentar la comunicación y escucha activa, dialogar en lugar de castigar, celebrar y reconocer buenos comportamientos a manera de fomentarlos, introducir talleres de educación musical o arte para ayudar a canalizar emociones y beneficiar el desarrollo cognitivo.
También, se debe incentivar la participación, dedicar tiempo a la convivencia, promover actividades en grupo que fomenten el trabajo colaborativo, ya sea a través de juegos, debates, trabajos en equipo, entre otros.
¿Cuál es la importancia de las normas de convivencia?
La importancia de las normas de convivencia en el aula va mucho más allá del ámbito escolar. Gracias a estas reglas, los alumnos se forman para su futuro al comprender lo esencial que es respetar, dialogar y reconocer el derecho de los demás, habilidades que llevarán consigo de por vida y aplicarán luego en su hogar.
Además, al interiorizar estos valores desde muy pequeños, ayudamos a contribuir a personas de bien, formando ciudadanos empáticos que sepan convivir en sociedad. Es por ello que es fundamental que los acuerdos de convivencia en el aula sean concretos, claros y trabajados de manera efectiva desde los sentimientos y emociones.
En resumen, las normas de convivencia en el aula son más que simples reglas a seguir, son herramientas clave para la formación de un futuro ciudadano respetuoso con su entorno. Sin embargo, de haber un estudiante que no logra respetar estas normas y afecta su aprendizaje, el ritmo de clase y al grupo escolar, es crucial intervenir a tiempo con estrategias pedagógicas, diálogo y, de ser necesario, con la ayuda de profesionales especializados en colaboración con el entorno familiar.
La meta no es castigar o reprender, sino acompañar al alumno en la comprensión de sus actos y mejora continua de los mismos.
Fuentes APA:
- Ministerio de Educación del Perú, Orientaciones Para La Elaboración De Normas De Convivencia Escolar Adaptadas A La Educación A Distancia https://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/20.500.12799/7784/Orientaciones%20para%20la%20elaboraci%C3%B3n%20de%20normas%20de%20convivencia%20escolar%20adaptadas%20a%20educaci%C3%B3n%20a%20distancia.pdf?sequence=1