La iniciativa contó con la exposición del ministro de Educación del Perú, doctor Juan Cadillo; y de otros ponentes iberoamericanos de primer nivel. El ciclo contó con más de 3.500 asistentes de toda la región.
Luego de tres días de un amplio intercambio de ideas sobre la actual coyuntura que enfrenta la educación básica y las políticas que se vienen ejecutando para enfrentar la crisis sanitaria, concluyó el 11 de setiembre pasado el I Congreso Virtual Internacional “La Revolución Digital y la Transformación Educativa”, organizado por la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR). El Congreso, trasmitido -vía streaming– desde Lima, la capital del Perú, contó con la activa participación de más de 3.500 participantes de la mayoría de los países iberoamericanos, además de connotados expertos de España, México y Perú.
En la sesión inaugural, el doctor Juan Cadillo, ministro de Educación de Perú, hizo referencia a los enormes desafíos que la pandemia plantea a las naciones para encontrar soluciones que ayuden a los estudiantes a enfrentar su futuro. En ese objetivo destacó que luego de un cierre obligado de las escuelas durante el 2020, se ha iniciado el retorno de niños, adolescentes y jóvenes a las aulas bajo diversas opciones de enseñanza semipresencial.
Se trata de un proceso gradual, que empezó en un grupo de escuelas rurales y que durante el segundo semestre del 2021 incorporará también a escuelas urbanas previo cumplimiento de protocolos de seguridad que protejan la salud de quienes asisten al local escolar. Un plan educativo de emergencia se implementa para recuperar, consolidar y lograr los aprendizajes que niños y jóvenes deben adquirir. Para ello, se presta amplia atención a iniciativas que estimulen la innovación, respuestas pertinentes a la variada diversidad de contextos en los que se ofrece la educación, así como al cierre de brechas de desigualdades y de acceso a la conectividad.
Durante su intervención en el congreso de UNIR, Cadillo anunció la creación del Instituto de Educación Híbrida en el Perú, donde se pondrá en valor lo aprendido en esta era de virtualidad obligada por la pandemia del COVID-19, sumando la experiencia de la educación presencial.
Cambios notables
En los siguientes años la educación deberá ser objeto de cambios notables que conduzcan a asegurar el derecho de todos los ciudadanos de recibir la educación que necesitan para actuar en una sociedad como la que viviremos. Fue el planteamiento formulado por el Doctor Rafael Puyol, Presidente de UNIR, quien propuso redoblar esfuerzos para impulsar vastos programas de identificación, estímulo y difusión de buenas prácticas, pues han demostrado ser un eficiente mecanismo para la acelerar las transformaciones que necesitan los sistemas educativos; en especial, para lograr una educación de calidad extendida al universo de la ciudadanía.
La UNIR como primera universidad española en línea, y con presencia en Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, en el marco de su función académica y de responsabilidad social, asume el compromiso de facilitar los espacios de reflexión y diálogo, así como de desarrollo de capacidades profesionales para lograr los cambios requeridos.
El papel que le cabe a los docentes en la actual formación de las nuevas generaciones fue expuesto por la Dra. Itziar Zubillaga, Directora Académica del Área de Educación de UNIR México. En su opinión, el docente tiene que estar en capacidad de lograr que los estudiantes adquieran una formación integral, inclusiva, intercultural y con sentido ético. Deben poner en práctica lo que aprenden; saber autorregularse, conocerse a si mismos y autoevaluarse para constatar el progreso que van adquiriendo. Asimismo, desarrollar amplias competencias de comunicación, pensamiento crítico, investigación, innovación, resolución de problemas y organización. Finalmente, saber utilizar las tecnologías, necesarias en cualquier actividad que desarrollarán en sus vidas. No es un reto sencillo, pero es indispensable que los sistemas educativos tomen en cuenta estas capacidades en los programas de formación inicial y continua que organizan para los docentes.
El liderazgo del profesor
Una mirada complementaria acerca del docente la dio el Doctor Edistio Cámere, miembro del Consejo Nacional de Educación del Perú. Asegura que buena parte del éxito del trabajo en el aula radica en el liderazgo del profesor, el buen ejercicio de su poder y autoridad; el dominio que tiene de la materia que enseña, su empatía, capacidad de comunicar, dar confianza y aplicar metodologías que motiven, interesen; ser un referente; estar sereno frente a la adversidad y los éxitos; guardar la sincronía entre el sentido de lo que se busca trasmitir, la experiencia y el contexto de la situación que se tiene. En épocas de pandemia muchos de estos factores se han vuelto cruciales.
Añade que ese liderazgo debe respaldarlo el director, al que corresponde mantener un clima institucional donde prime la convivencia, se ponga en práctica la singularidad de los estudiantes y se abran espacios de participación les permitan su maduración como personas.
La continuidad y velocidad con que implementan las políticas educativas es un requisito en el intento de contar con sistemas educativos que estén a tono con una sociedad en constante transformación. Los cambios en la educación toman tiempo, por lo que hay que evitar desactivar políticas sin previa evaluación de sus resultados. Es lo que advirtió la Doctora Elena Martínez, Decana de la Facultad de Educación de Unir de España, quién igualmente demandó a las administraciones educativas no caer en la tentación de adoptar políticas sin certificar su pertinencia, adaptabilidad y viabilidad a las realidades nacionales.
Destacó que el papel que juegue la administración es clave en la fijación del ritmo en que se producen los cambios. Además, debería ser más indicativa que prescriptiva y confiar en la capacidad de las escuelas y docentes para promover un currículo por competencias, diversificado, articulado a los ciclos de vida de las personas. Sin delegarles suficientes capacidades de decisiones, será difícil que las escuelas logren los cambios que necesitan. Recordó que en países de tan variada realidad, estrategias que valoren la diversidad es una fortaleza que hay que preservar.
Desafío de los sistemas educativos
Un desafío inmediato de los sistemas educativos es el diseño e implementación de variados modelos de educación híbrida, que son los llamados a quedarse luego que la pandemia sea superada. Sobre este tema, la Doctora Lea Sulmont, Vicerrectora de la Universidad Peruano Alemana, comentó que el avance tecnológico está impactando positivamente en los sistemas educativos al multiplicar el abanico de recursos y herramientas que posibilitan el empleo de metodologías activas, la personalización, y a la vez, el trabajo grupal.
El desarrollo de recursos para el aprendizaje ha sido tal que puede afirmarse que no hay escasez sino abundancia, pudiendo muchos de ellos ser accesibles gratuitamente en las redes de navegación. Para aprovecharlos, hay que dotar a docentes y estudiantes de las capacidades para saber dónde se encuentran y evaluar su pertinencia en función de los aprendizajes que se quieren desarrollar. También la Dra. Sulmont insiste en que las escuelas establezcan principios y prioridades que sustenten la implementación de sus modelos de educación híbrida.
Una de las mayores revoluciones que los sistemas educativos deben consolidar es transitar de una educación principalmente memorista, repetitiva, basada en conocimientos, a otra que forme en competencias en función de los talentos y necesidades de cada persona. No es que no haya intentos; en realidad se realizan desde hace casi tres décadas con avances insuficientemente satisfactorios.
El Doctor Javier Tourón, referente en Innovación y Desarrollo Educativo de UNIR en España, ha subrayado que personalizar el aprendizaje, significa dejar de lado un currículo que se imparte por igual para todos, para pasar a otro basado en las fortalezas, necesidades y preferencias de cada alumno, que difiere en dificultad, velocidad de logros, nivel de retos y atención de diferencias, y que nadie se quede atrás. Es un cambio que requiere de un docente que asuma la función de orientador, mentor y organizador; que sepa aprovechar los cientos de miles de recursos que hay en las redes buscando que contribuyan a incentivar el disfrute por aprender, a que el estudiante se plantee metas y se convierta en el protagonista de su propio aprendizaje.
Los aportes de la neurociencia, un valioso aliado
Para el docente los aportes de la Neurociencia deben convertirse en un valioso aliado pues ayudan a conocer cómo actúa el cerebro y las maneras cómo aprende el alumno; cómo coopera, explora, se emociona, razona y comprende. Es lo que ha destacado el Doctor Aitor Álvarez, Vicedecano de la Facultad de Educación de UNIR de España. También ha recordado la evidencia que existe sobre la relación entre las emociones y los aprendizajes; asimismo, que el cerebro es más receptivo a un trabajo multidisciplinario, con aplicaciones prácticas, sean grupales o individualmente. Se pueden multiplicar los aprendizajes si se aprovechan esos hallazgos y se usan metodologías como la de Aprendizaje Basado en Proyectos, Aprendizaje Cooperativo o Paisaje de Aprendizaje. Además de contribuir a un rol más activo y protagónico del alumno, respetan sus ritmos, intereses, preferencias y motivación por aprender.
Una de las preguntas que se plantean muchos sistemas educativos en el mundo es cuántas horas debe dedicar el estudiante al logro de los aprendizajes que necesita. No es un tema en el que exista un consenso internacional. Por ejemplo, en Finlandia la jornada escolar de los estudiantes es significativamente menor a la que tienen varios países asiáticos. El Doctor Iván Montes, docente universitario y consultor en temas educativos señaló que una de las respuestas a esa interrogante está en el currículo y en la selección de aprendizajes que realmente importan. Si se producen decisiones desacertadas, es posible que el tiempo que se destine en la escuela y en el hogar no alcance. El objetivo debe ser optimizar el tiempo de trabajo educativo ya que trabajar más horas no necesariamente es sinónimo de más y mejores aprendizajes.
La riqueza de debates y de propuestas con relación al futuro de la educación básica animó a UNIR al anunció de la realización el año próximo de un Congreso Internacional que seguramente generará grandes expectativas entre el magisterio iberoamericano.
