La Ley Universitaria del Perú (N° 30220) es la primera en América Latina que plantea la obligatoriedad de la Responsabilidad social universitaria (RSU). Pero, ¿en qué consiste exactamente este modelo de gestión y cuál es su importancia?
Aunque en los últimos años se habla mucho sobre la RSU, no todos tienen certeza de su significado. Suele confundirse con actividades de voluntariado, ayudas sociales o simples rutinas de extensión universitaria. Pero, en realidad, su alcance es mucho más amplio, y está orientado al desarrollo humano y sostenible en base a estándares éticos.
Los proyectos de Responsabilidad social universitaria guardan una relación estrecha con la administración de Recursos Humanos, ya que implican la promoción de las normas laborales y entornos de trabajo seguro. Precisamente, ambas especialidades forman parte de la oferta educativa de UNIR, a través de la Maestría en Derecho Laboral y la Maestría en Seguridad y Salud en el Trabajo.
Definición de responsabilidad social universitaria
La Ley Universitaria peruana define a la Responsabilidad social universitaria como la gestión “ética y eficaz” de impacto que generan las universidades, no solo dentro de sus instalaciones, sino en la sociedad en su conjunto, a través de sus cuatro funciones: docencia, investigación, servicios de extensión y gestión interna.
A través de la RSU, las entidades educativas integran todos sus procesos en función del desarrollo nacional, priorizando el componente humano y sostenible. Para ello, contempla la participación de los grupos de interés (internos y externos), así como la elaboración de planes de estudios que contemplen soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad.
Si bien la responsabilidad social forma parte de la naturaleza misma de las universidades, la RSU está varios pasos más adelante, ya que busca generar un impacto global. Así lo contemplan las leyes peruanas, que establecen una inversión mínima del 2% del presupuesto de las instituciones en temas de Responsabilidad social universitaria.
La importancia de la responsabilidad social en las universidades
Son muchos los factores que explican la importancia de poner en marcha actividades de Responsabilidad social universitaria. En principio, permite que las instituciones educativas formen profesionales éticos y comprometidos con el desarrollo sostenible.
Desde un punto de vista más amplio, este modelo es clave para poner en marcha investigaciones que aborden los problemas sociales y ambientales que enfrentamos en la actualidad. En base a ello, un plan de Responsabilidad social universitaria tiene el potencial para desarrollar soluciones innovadoras.
Otros elementos como la generación de conocimiento, la vinculación de las universidades con la comunidad y la contribución a un mundo más justo y equitativo explican la importancia y la finalidad de la responsabilidad social universitaria.
¿Cuáles son los 4 impactos de la Responsabilidad social universitaria?
Una forma eficaz de diferenciar la RSU de otros conceptos de menor rango, como proyección social o ayuda social, es reconociendo sus objetivos y el impacto que producen en su entorno.
En ese sentido, podemos diferenciar 4 áreas de impacto: organizacional, educativa, cognitiva y social.
Impacto organizacional: Procura el bienestar de la comunidad universitaria (estudiantes, docentes y personal administrativo) a través de la promoción de valores.
Impacto educativo: Se centra en iniciativas para formar a profesionales comprometidos con el desarrollo sostenible.
Impacto cognitivo: Es un enfoque ligado a la ciencia y la investigación, así como a la difusión de conocimientos.
Impacto social: A través de la RSU, las universidades influyen de forma positiva en el desarrollo social, económico y político, formando líderes comprometidos con el progreso del país.
¿Cómo se implementa la RSU en las universidades?
Aunque la Ley Universitaria menciona los tipos de Responsabilidad social universitaria existentes y cuál es su contribución al bienestar de la sociedad, no establece una hoja de ruta para implementarlos. En virtud de ello, las universidades tienen libertad para proponer iniciativas en base a su propio itinerario.
En líneas generales, es fundamental comunicar los proyectos de RSU a la comunidad universitaria de forma oportuna y transparente, y que el procedimiento esté alineado a los principios de cada centro de estudios.
La implementación de la RSU ha sido motivo de diversos estudios, en los que se proponen múltiples itinerarios. Uno de los más aceptados consiste en identificar un problema social a través de un diagnóstico, para luego realizar una planificación de las áreas de mejora junto con las partes interesadas.
La etapa de planificación debe conducir a un plan de acción, cuya ejecución estará sujeta a una evaluación constante. Se trata de un proceso circular, ya que la participación es permanente y tiene espacio para la mejora continua.