Los derivados financieros son una herramienta poderosa que los inversionistas y empresas utilizan para gestionar riesgos y maximizar sus rendimientos.
¿Sabes cuál es la manera de proteger tus inversiones y, al mismo tiempo, generar nuevas oportunidades de ganancia, incluso en mercados no tan estables? Eso es posible gracias a los derivados financieros, una herramienta poderosa que los inversionistas y empresas utilizan para gestionar riesgos y maximizar sus rendimientos.
Los derivados financieros son instrumentos financieros derivados vinculados a un instrumento financiero, indicador o materia prima específicos, y a través de los cuales se pueden negociar riesgos financieros específicos en los mercados financieros por derecho propio.
A continuación, descubrirás qué son los derivados financieros, sus tipos, ejemplos y cómo se utilizan en el mercado para gestionar riesgos y oportunidades de inversión. Si deseas formarte académicamente sobre estos temas, puedes estudiar Gestión Financiera en UNIR, en donde aprenderás más sobre los derivados financieros, los tipos de riesgos financieros, el análisis económico-financiero, planificación financiera, entre otros temas.
¿Qué son los derivados financieros?
Ahora, vas a conocer qué son los derivados financieros, son contratos cuyo valor depende del precio de un activo subyacente. Este activo puede ser un bien tangible, como el petróleo o el trigo, o un activo financiero derivado, como acciones, índices bursátiles, bonos o monedas extranjeras. En otras palabras, los derivados no tienen un valor propio, sino que se derivan del rendimiento de otro activo.
Y te preguntarás para qué sirven los derivados financieros, los derivados financieros permiten a las partes negociar riesgos financieros específicos (como el riesgo de tasa de interés, riesgo cambiario, riesgo de precio de acciones y materias primas, riesgo crediticio, etc.) con otras entidades que están más dispuestas o son más aptas para asumir o gestionar estos riesgos, normalmente, pero no siempre, sin negociar un activo o materia prima principal (1).
Principales tipos de derivados financieros
Existen diferentes tipos de derivados financieros, cada uno diseñado para cumplir con necesidades específicas de los inversionistas. Ahora, conocerás los principales (2):
- Los derivados financieros futuros: Un contrato de futuros es un acuerdo que establece la compra o venta de un activo en una fecha futura a un precio previamente determinado, negociado dentro de un mercado organizado. Este instrumento financiero se destaca como uno de los más innovadores, flexibles y ampliamente aceptados en el ámbito financiero.
Ejemplo: Una empresa exportadora de café puede usar futuros para fijar el precio de su producción y protegerse de fluctuaciones en el mercado.
- Las opciones: Una opción de compra sobre una acción otorga a su tenedor el derecho a comprar una cantidad fija de acciones a un precio determinado en una fecha futura, mientras que una opción de venta otorga a su tenedor el derecho a vender una cantidad fija de acciones en las mismas condiciones. El precio especificado se denomina precio de ejercicio.
Cuando el tenedor de una opción aprovecha su derecho, se dice que ejerce la opción. El precio de compra de una opción – el dinero que cambia de manos el primer día – se denomina prima de la opción. Ejemplo: Un inversor puede adquirir una opción de compra sobre acciones de una empresa con la expectativa de que su valor subirá.
- Swaps: Un swap es un contrato para intercambiar flujos de efectivo durante un período específico. Es decir, en este tipo de contrato, se establecen tanto los pagos de los flujos como las fórmulas para su cálculo.
Su principal objetivo es aprovechar las ventajas comparativas en las tasas de interés disponibles para cada empresa, según las condiciones ofrecidas por diferentes entidades financieras. Esto permite obtener una tasa de interés más favorable o rentable, ya sea en el contexto de una inversión o de un préstamo.
Ejemplo: Dos empresas pueden intercambiar tasas de interés variables por fijas para gestionar sus costos financieros.
- Forwards: Un contrato a plazo obliga a una parte a comprar el activo subyacente a un precio fijo en una fecha futura determinada (llamada vencimiento) a una contraparte, que está obligada a vender el activo subyacente a ese precio fijo. Es muy similar a los futuros, pero los contratos forward no se negocian en mercados organizados, sino que son acuerdos personalizados entre las partes.
Ejemplo: Una aerolínea puede acordar un forward para comprar combustible a un precio fijo y evitar el impacto de la volatilidad en los precios del petróleo.
¿Cómo se utilizan los derivados financieros en el mercado?
Los derivados financieros cumplen diversas funciones, y su aplicación depende de las estrategias de los participantes en el mercado:
- Cobertura de riesgos: permiten a las empresas protegerse contra movimientos adversos en los precios de los activos subyacentes. Por ejemplo, una empresa importadora puede usar derivados financieros futuros para fijar el tipo de cambio y evitar pérdidas por la devaluación de una moneda.
- Especulación: algunos inversores utilizan derivados para aprovechar fluctuaciones de precios y obtener ganancias. Aunque esta estrategia puede ser rentable, también implica un alto nivel de riesgo.
- Arbitraje: los traders también utilizan derivados para beneficiarse de las diferencias de precio entre mercados, comprando en uno y vendiendo en otro.
Ventajas y riesgos de operar con derivados financieros
Existen diversas ventajas, y también riesgos, de operar con derivados financieros. Ahora, te mencionaremos más sobre ello (3):
Ventajas:
- Permiten a las personas y a las empresas lograr ganancias que no podrían lograr sin derivados, o que solo podrían lograr en el momento de su formación. Por ejemplo, en varios países, la única información confiable sobre las tasas de interés a largo plazo se obtiene de los swaps, porque el mercado de swaps es más líquido y más activo que el mercado de bonos.
- Permiten a los inversores negociar con información que de otro modo podría resultar prohibitivamente costosa de utilizar. Por ejemplo, vender acciones en corto (es decir, vender acciones que no se poseen) a menudo es difícil de hacer, porque las acciones deben tomarse prestadas de alguien que sí las posee.
Esto reduce la velocidad a la que la información adversa se incorpora a los precios de las acciones, lo que hace que los mercados sean menos eficientes.
Riesgos:
- Algunos bancos centrales utilizan swaps de divisas como instrumentos de política monetaria, mientras que otros emplean una gama más amplia de derivados en la gestión de sus reservas de divisas, aunque no con fines de política monetaria. Si bien es posible justificar teóricamente el uso de derivados, incluidas las opciones, para respaldar estrategias de política monetaria, estos no tienen un efecto directo sobre la base monetaria y su aplicación se considera, por lo general, arriesgada e insegura.
- Los derivados que se negocian en mercados líquidos siempre se pueden comprar o vender al precio de mercado, por lo que no se requieren modelos matemáticos para valorarlos. La valoración es mucho más problemática cuando la negociación es ilíquida. En estos casos, se deben aplicar modelos para valorar los derivados, un procedimiento llamado “valoración a precio de mercado”
Ejemplos prácticos de derivados financieros en el Perú
Respecto a los ejemplos de derivados financieros en Perú:
● Cobertura cambiaria para exportadores: Una empresa peruana que exporta productos agrícolas utiliza contratos forward para protegerse contra la devaluación del dólar estadounidense, asegurando un tipo de cambio favorable.
● Opciones sobre commodities: Un productor de oro en el Perú puede adquirir opciones de venta para garantizar un precio mínimo para su producción, mientras sigue participando en posibles alzas del precio del oro.
● Futuros de índices bursátiles: Inversores en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) usan futuros sobre índices para especular o cubrirse ante movimientos bruscos del mercado.
Referencias bibliográficas norma APA
- Stulz, R. M. (2005). Financial derivatives. The Milken Institute Review, 20-31.
- Quintero, P. (2017). Los derivados financieros y la administración de riesgos en las organizaciones. Revista Espacios, 38 (1), 36.
- Gray, S. T., & Place, J. (2003). Derivados financieros. México. DF: Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.