El investigador del Ministerio de Defensa de España y director del Máster en Ciberseguridad de UNIR debatió sobre cómo proteger empresas, instituciones y personas de estas amenazas, junto la jefa de Ciberseguridad del Banco de la Nación y el CEO de Xpartans.

El Perú enfrenta una ola de ciberataques sin precedentes que pone en jaque la seguridad personal y profesional de miles de ciudadanos. Solo en 2024 se registraron más de 45.000 millones de intentos de ciberataques, con técnicas cada vez más sofisticadas: phishing personalizado, deepfakes, robos de identidad y negocios falsos impulsados por inteligencia artificial.
Frente a este peligro, al igual que en otros muchos contextos, los pequeños son los más indefensos. Más del 75% de los ciberataques en América Latina están dirigidos a pequeñas y medianas empresas, y en el Perú, el 50% de estas no invierte en ciberseguridad. “La ciberdelincuencia va a ir siempre a los millones de personas que están en la base de la pirámide, que no tienen cultura de ciberseguridad”, afirmó Manuel Sánchez Rubio, investigador científico del Ministerio de Defensa de España (INTA) y director de la Maestría en Ciberseguridad de UNIR, en la última edición del Foro UNIR.
El doctor e ingeniero en Informática no estuvo solo en esta ponencia. Ana María Li Manrique, jefa de Ciberseguridad del Banco de la Nación del Perú; e Iván Goicochea, CEO y fundador de Xpartans, acompañaron al docente de UNIR. El directivo de la compañía especializada en protección integral ante ciberamenazas tomó el relevo de su colega y advirtió que “las pymes son las más expuestas porque no cuentan con recursos ni cultura digital suficiente para protegerse. Es urgente que empiecen a ver la ciberseguridad como una inversión, no como un gasto”.
Por su parte, Li Manrique aseguró que desde su perspectiva profesional “veo a diario cómo los delincuentes capturan datos personales a través de sorteos falsos o suplantación de identidad, y eso se traduce en miles de reclamos que recibimos en el banco”. La especialista acentuó la importancia máxima de la formación en este ámbito para que “las pequeñas empresas y las ciudades puedan proteger su información”.
Cinco claves del Foro UNIR:
- La cultura digital es tan importante como la tecnología: La concienciación de los empleados y usuarios es clave para prevenir ataques. “No basta con tener tecnología; si no hay cultura de ciberseguridad, los sistemas seguirán siendo vulnerables”, afirmó Ana María Li. Desde el Banco de la Nación trabajan en campañas internas y externas para educar a los usuarios sobre buenas prácticas digitales.
- El phishing evoluciona y se vuelve más sofisticado: Manuel Sánchez mostró ejemplos reales de ataques de este tipo que simulan páginas bancarias o sorteos falsos. “Hoy los ataques no solo buscan dinero, también buscan manipular la opinión pública con bots y noticias falsas. El phishing es la puerta de entrada a delitos mucho más complejos”, explicó.
- La colaboración público-privada aún es insuficiente: Aunque existen iniciativas de cooperación, aún hay reticencias a compartir información entre entidades. “Las instituciones financieras privadas temen por su reputación, pero compartir experiencias es esencial para prevenir ataques a gran escala”, señaló la directora del Banco de la Nación. En el Perú, los CECIRT buscan mejorar esta coordinación.
- Faltan profesionales en ciberseguridad en el Perú: La brecha de talento es crítica: se estima que en América Latina faltan más de 300.000 profesionales en este campo. “La demanda supera con creces la oferta. Necesitamos más formación especializada y programas que preparen a los futuros CISO”, indicó el director de la Maestría en Ciberseguridad de UNIR.
- El robo de identidad digital, una amenaza silenciosa pero devastadora: En el Perú, el robo de identidad se ha convertido en una de las formas más frecuentes de ciberdelito, afectando tanto a ciudadanos como a empresas. Iván Goicoechea advirtió que “la identidad digital es hoy uno de los activos más vulnerables. Muchos usuarios no son conscientes de lo fácil que es para un atacante hacerse pasar por ellos y cometer fraudes en su nombre. Es fundamental educar y proteger desde la base”.
IA: ataque y defensa
La irrupción de la inteligencia artificial ha transformado el panorama de la ciberseguridad. Iván Goicoechea advirtió que “la IA está siendo utilizada para generar ataques más sofisticados y efectivos. Ya no hablamos solo de volumen, sino de calidad en los ataques. Esto obliga a las empresas a evolucionar al mismo ritmo, o incluso más rápido”. Sin embargo, destacó que esta tecnología también puede ser una poderosa herramienta defensiva si se emplea correctamente.
Manuel Sánchez comparó el impacto de la IA con el nacimiento de internet. “Esta tecnología tiene efectos secundarios, sí, pero sus beneficios serán infinitamente mayores si aprendemos a convivir con ella y a usarla con responsabilidad”, aseguró. Para el investigador del INTA, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, la clave está en aprender a convivir con esta nueva dimensión tecnológica y adaptarse a sus desafíos.
Ana María Li desveló que desde el Banco de la Nación “estamos empezando a utilizar inteligencia artificial para anticiparnos a los ataques, detectar patrones anómalos y automatizar respuestas, pero también sabemos que los atacantes están haciendo lo mismo. Es una carrera constante por ir un paso por delante”. En definitiva, la legislación y la ética serán fundamentales para su desarrollo responsable.
Dispositivos que abren puertas, literalmente
Uno de los aspectos más impactantes del foro fue la demostración del uso de dispositivos físicos para ejecutar ciberataques en el mundo real. El director de la Maestría en Ciberseguridad de UNIR mostró herramientas como el Flipper Zero —un pequeño aparato de uso aparentemente inofensivo—, que puede capturar señales de mandos a distancia, clonar llaves electrónicas o incluso abrir puertas de garajes y acceder a propiedades privadas. También explicó cómo los delincuentes pueden convertir un teléfono móvil en un lector de tarjetas de crédito sin contacto, extrayendo datos con solo acercarse a una cartera.
Estas técnicas, que combinan ingeniería electrónica con ciberdelincuencia, evidencian que la amenaza no se limita al entorno digital. “Estamos viendo cómo la frontera entre lo físico y lo digital se difumina. Hoy, un atacante puede robarte sin tocarte, solo con acercarse a ti en el transporte público”, advirtió Sánchez. Este tipo de delitos, cada vez más frecuentes en ciudades como Lima, exige una respuesta integral que combine tecnología, legislación y educación ciudadana.
Formación continua
En un contexto donde los ciberataques han crecido un 40% en el Perú en el último año, la formación en ciberseguridad se vuelve más urgente que nunca. La inteligencia artificial, aunque representa un riesgo, también ofrece herramientas poderosas para la defensa digital si se utiliza con responsabilidad.
UNIR ofrece la Maestría en Ciberseguridad, un programa práctico, actualizado y con certificaciones especializadas, diseñado para formar a los profesionales que liderarán la protección digital en empresas e instituciones. Avalado por una trayectoria de más de una década y con más de 3.000 estudiantes formados, te prepara de manera práctica para saber actuar frente a las amenazas y ataques de los hackers. El 92% de nuestros estudiantes consigue empleo al finalizarlo.